Se reeligió a Teresita Capurro como presidenta, y Héctor
Florit fue electo para el Consejo Directivo.
La semana pasada se llevó a cabo el XIV Congreso de Acción
Sindical Uruguaya (ASU), denominado “Alberto Melgarejo”, en el que se renovó a
Teresita Capurro como presidenta de la Comisión Directiva y se eligió a Héctor
Florit y Hugo Barretto como integrantes del organismo, siendo sus suplentes
Andrea Moreni, Alfredo Minchilli y Carlos Casalás. En la actividad participó el
presidente del PIT-CNT, Fernando Pereira, quien destacó “la importancia
histórica de ASU en la construcción del movimiento sindical uruguayo y en su
proyección futura”, según informa el comunicado de ASU sobre el congreso. La
elección de las autoridades de la organización significó la vuelta de Florit a
un lugar relevante en la militancia en ASU, después de ocupar durante 15 años
cargos de gobierno, ya que estuvo cinco años en el Consejo Directivo Central de
la Administración Nacional de Educación Pública y diez años en el Consejo de
Educación Inicial y Primaria (CEIP).
En diálogo con la diaria, Florit dijo que este congreso
representó una especie de “relanzamiento” de ASU y dijo que la organización
“pretende seguir siendo una corriente de opinión unitaria con un sentido
profundamente humanista, con valores vinculados históricamente a la izquierda
cristiana, con un fuerte compromiso en la construcción del movimiento de los
trabajadores”. Florit dijo que ASU entiende que en la actual coyuntura “lo más
relevante es apoyar la formación sindical de los cuadros sindicales y
gremiales”, y contó que la corriente sindical tuvo un papel importante en la
formación de sindicalistas durante la recuperación de la democracia. “Creemos
que tenemos que insistir con este aporte, que es de fortalecimiento del
movimiento sindical, de apoyo a otras organizaciones sociales. Tradicionalmente
ASU estuvo muy vinculada a la cultura y al cooperativismo. También está el
americanismo, la patria grande latinoamericana, y la vinculación con la Central
Latinoamericana de Trabajadores, y por eso el tema del trabajador migrante
siempre fue una preocupación”, agregó.
Una de las resoluciones del congreso es promover y apoyar “a
las organizaciones populares y de la sociedad civil que nuclean y defienden los
derechos de las y los trabajadores y sus familias, incluyendo la prestación de
servicios de apoyo social y legal a trabajadoras y trabajadores inmigrantes y
en situación de precariedad laboral”.
Florit dijo que durante los gobiernos anteriores hubo una
“expansión cuantitativa” de los afiliados al movimiento sindical que casi
triplicó el número, y eso “no siempre se acompasó –era imposible– con la
formación sindical”. “Hoy hay una movimiento sindical con una enorme capacidad
cuantitativa en una coyuntura mucho más difícil que en el momento del
crecimiento. Hoy está la gente, pero se necesita una determinación para
enfrentar la situación muy compleja, porque cambió la orientación del gobierno,
hay una definición de trabajar para derogar la parte más regresiva de la LUC
[ley de urgente consideración], y hay una coyuntura en la cual la participación
tiene restricciones no sólo ideológicas sino sanitarias”, dijo el ex consejero
del CEIP.
Otra coyuntura
Tanto él como Capurro ocuparon cargos en los gobiernos del
Frente Amplio (FA), y Florit reconoció que eso los alejó de ASU. Consultado
sobre esa situación, el ex consejero dijo que “el acceso del FA al gobierno
tensionó una vocación del propio FA, pero también de las organizaciones
sindicales de participar en el gobierno”, y puso como ejemplo que para la
Federación Uruguaya de Magisterio “desde 1945 la participación en el CEIP era
una meta”.
“La coyuntura política y la visión progresista suponían un
compromiso en la gestión del Estado, pero eso simultáneamente restaba cuadros a
las propias organizaciones sociales para cumplir a cabalidad con el Estado
democrático. En esta tensión me parece que no fueron solamente ASU o [el gremio
de] Magisterio o el PIT-CNT los que aportaron cuadros a la gestión de gobierno,
sino que fueron todas las organizaciones sociales, y algunas no tuvieron la
capacidad para formar los cuadros de relevo que la situación requería. Quizás
durante 15 años, un gobierno progresista habilitó un espacio de negociaciones,
de avances en las luchas gremiales, y no siempre la falta de esos cuadros fue
tan evidente. Hoy la situación es más compleja y resulta imprescindible la
tarea de formación”, dijo el dirigente.
Florit fue quien en el congreso hizo “una semblanza de la trayectoria militante, el compromiso sindical y la calidad humana” de Alberto Melgarejo, fallecido en 2017. “El congreso contó con la participación y homenajeó a dos grandes dirigentes sindicales asuistas, Mitil Ferreira y Ruben Márquez, quienes desempeñaron un importante rol en la CNT [Convención Nacional de Trabajadores], en la lucha contra la dictadura y en la reorganización del movimiento sindical en el PIT [Plenario Intersindical de Trabajadores], cuya fundación se realizó en la sede de ASU”, informa el comunicado de la organización. La formación tendrá como base “las mejores tradiciones” de ASU en el tema y “nuevos enfoques tanto en los contenidos como en la metodología, abarcando diferentes temáticas (relaciones de trabajo; economía laboral; seguridad social; historia del movimiento sindical; competencias de liderazgo y negociación; comunicación; salud, ambiente y seguridad en el trabajo; autogestión, cooperativismo y asociativismo; historia de las ideas; entre otros)”.
(Fuente: La Diaria, 22 de diciembre de 2020)
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