lunes, 16 de febrero de 2015



Estaba haciendo un escrito en liceo de Atlántida y terminó preso en el Comcar

Federico estaba en el liceo de Atlántida en abril del año pasado cuando un delincuente entró a un supermercado de la avenida principal del balneario, rapiñó al comerciante y se llevó el dinero.
Sin embargo, a pedido de una fiscal, el juez Marcos Seijas lo procesó con prisión por “rapiña especialmente agravada”. La declaración del comerciante rapiñado, que reconoció en Federico al delincuente, fue la prueba clave para que fuera a parar al Comcar el 10 de febrero de 2014.
Unos meses después, la abogada Beatriz Risso asumió su defensa y, tras escuchar la historia en boca de Federico, decidió pedir varias citaciones para probar que el joven era inocente. Sin embargo, como el proceso penal es lento, pasaron varios meses para que los testigos propuestos declaran ante la fiscal y el juez.
El juez finalmente aceptó la prueba propuesta, que no había sido solicitada en primera instancia, antes de que se dictara el procesamiento, y escuchó la declaración el 13 de noviembre de un adscripto del liceo, un profesor y varios compañeros de clase de Federico, quienes explicaron que, a la hora en que se concretó la rapiña a varias cuadras del liceo, el joven estaba dentro de un salón de clase haciendo un escrito.
Para definir a qué hora se había cometido el delito se tuvo en cuenta la declaración del comerciante, que señaló a Federico cuando le pidieron que reconociera al delincuente que lo rapiñó.
A pesar de que los testigos declararon el 13 de noviembre, las medidas sindicales adoptadas por los gremios vinculados al Poder Judicial, principalmente por la Asociación de Funcionarios Judiciales del Uruguay (AFJU), que realizaron varios paros en el último trimestre del año pasado, pospusieron el fallo judicial.
Tras las medidas sindicales, llegó la Feria Judicial Mayor, que se extendió desde el 16 de diciembre hasta el 31 de enero. En ese período, el Poder Judicial solo tramitó los expedientes que exigían una resolución inmediata, como el procesamiento de delincuentes.
Federico, que nunca había cometido un delito antes, por lo que, ante la Justicia, era un primario, esperaba en Comcar la resolución de la Justicia. Finalmente, la sentencia llegó el 10 de febrero.
A pedido de la fiscal de Atlántida, Cristina Falcomer, el juez Seijas resolvió el sobreseimiento de Federico. Dictaminó, en definitiva, que nunca había cometido la rapiña por la que estuvo preso en el Comcar durante 10 meses y que, por lo tanto, era inocente.
La abogada Risso contó a El Observador el periplo judicial, hasta la sentencia de primera instancia. Todos los datos aportados fueron chequeados luego con fuentes judiciales.
El juez Seijas, vicepresidente de la Asociación de Magistrados del Uruguay, prefirió no hacer declaraciones.
Por su parte, la abogada Risso dijo que evualará demandar al Estado por el tiempo que Federico, siendo inocente, pasó en prisión.
Este caso recuerda al del taxista Pablo Pecotiello, procesado con prisión por hurto, pero declarado inocente un mes más tarde. Pecotiello estuvo preso en el Comcar durante más de un mes a fines de 2013. “Soy inocente, no tengo nada de qué esconderme, nada de qué avergonzarme. Yo voy con la frente en alto”, dijo luego de quedar en libertad.
El taxista fue procesado luego de que luego de que una pasajera lo acusara de que le había robado la cartera antes de que ella se bajara del taxi. A pesar de que el trabajador fue declarado inocente, luego de que se verificara de que su recorrido no coincidió con el del rapiñero, la víctima continúa acusándolo.
Fuente causaabierta.com.uy

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