No
existen motivos reales para que los laboralistas se rindan y eso quiere decir no
solo que deben estar atentos para oponerse a la llamada “reformas” que afectan
la protección laboral, sin ninguna ventaja para la economía, sino que deben
perseguir nuevos objetivos. Entre ellos es imprescindible que se preste
atención a las nuevas formas de trabajo y a las nuevas formas
de contratar las fuerzas de trabajo, de modo que ningún trabajador quede desprotegido y que siga expandiéndose y perfeccionándose la protección ya
existente para todas las actividades laborales, sin ninguna excepción.
En lo que a mi respecta, siempre considerado que
lo que un profesor no puede olvidar es que quienes asisten a sus clases están haciendo entrega de la
sustancia de sus vidas, esto es de su
libertad y del tiempo de cada uno, que podría emplearse de otra manera y que en
cada instante se agota definitivamente. Por tanto, lo principal que tengo
presente es que el profesor no tiene derecho a frustrar las legítimas
expectativas de quienes le entregan su tiempo, lo cual por su parte está
exigiéndole una entrega total a este ministerio.
Cuando
desarrollo una clase si los estudiantes me ayudan, también me divierto
muchísimo. El profesor y el actor saben que la función tiene que
continuar. Por eso también, todas las funciones son diferentes, en realidad
únicas, como lo son cada una de las
clases, aunque el tema tratado es el mismo. Otro rasgo en común es la
instantaneidad y lo efímero de la actuación del actor y del profesor. Esta
función, ese acto, esa parte, que hoy marchó muy bien, o esta clase que gusto
al profesor y que el auditorio sintió que lo enriquecía, no dejan más que más
que un leve rastro que tiende a desvanecerse muy rápidamente. La suma de esos rastros
puede que adquiera la calidad de “buen recuerdo” en algunos integrantes del
público y eso es lo más a lo que los actores y profesores pueden aspirar, aunque y otros saben,
sabemos, como dice un personaje de
Tennesse Williams la eternidad es una palabra muy larga, que no tiene nada que
ver con los actores y los profesores.
(Extraído de Revista Derecho Laboral Tomo LXVI numero 291, paginas 481 a 487)